martes, 24 de enero de 2012

A tiempo.

Ella solo pretendía desinhibirse ante unos ojos invidentes; ciegos de lujuria. Se mostraba tal cual era sin aditivos ni colorantes. Contorneaba el cuerpo al son de música imaginaria que le permitía perder el ritmo de vez en cuando. Se dejaba llevar sin sentido del ridículo. Había, por momentos, disipado toda vergüenza. Consumista de besos sin más obstáculos que una lengua ajena. Se distanciaba para coger aire y luego soplarla. Disfrazaba su cuerpo lánguido de sensualidad mientras arañaba firme su espalda. Se colgaba de sus hombros mientras balanceaba sus piernas antes de envolverle la cintura. Y ahí pendida de la nada, abrazada a su piel volvía a sentirse frágil. ¿Qué hace que todo cambie de un momento a otro? Justo en ese instante, sabia que debía irse. Aún estaba a tiempo.

4 comentarios:

  1. Me gustaría pedirte que te quedaras?

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  2. Me gustaría pedirte que no te vayas?

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  3. Devuélveme la piel,
    aquella piel simple,
    que me robaste…
    quedándome desnuda…
    para sentirme tan fría,
    desprotegida…

    Devuélveme aquella piel que me vestía,
    que adornaba mis curvas,
    que olía a aquello que tu decías,
    que robaba a tus labios,
    mil y una caricias…

    Devuélveme la piel,
    aquella que celosa se erguía,
    caprichosa,
    engreída…

    Devuélveme esa piel,
    que por posesión es mía,
    que nunca entregué a nadie,
    y que solo tú,
    te atreviste a quitarme.

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  4. No te devuelvo la piel,
    aquella piel intacta,
    que te robé a mordiscos,
    quedándote extasiada,
    para sentirte tan mía,
    que te asustaba.

    No te devuelvo aquella piel tejida de lana,
    que abriga tus pecas aún recordadas,
    que sigue oliendo a verano
    cuando habita escarcha en tus labios,
    esos que besan mejor con los años.

    No te devuelvo la piel,
    aquella que te cubre libre,
    infranqueable,
    protegida...


    No te devuelvo la piel,
    que ahora también es mía,
    dejame sentirte temblando,
    dejame adivinarte desnuda,
    que aúnque pase el tiempo
    sigues siendo mi musa.

    La piel no es mas que el holograma del alma.
    Eres preciosa por fuera, pero la belleza que guardas solo para algunos es indescriptible. Con eso me quedo, con lo que tienes dentro.

    He pensado que prefiero no devolvertela; No quiero un conmigo que sea sin ti.

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