martes, 28 de abril de 2009

Vienes, te vas.

Vienes, te vas.
Impaciente por verte llegar. Hoy no esperas. Espero. Te busco, te encuentro entre la gente. Desaparece. Apareces. Andando tan casual. Tan despreocupada. Tan diferente.

Vienes, te vas.
Unas horas te retengo, en un minuto sostengo y de un segundo dependo para decirte, sin decir nada, quizá basta una mirada para contarte lo que siento.

Vienes, te vas.
Es distinto; te mueves, me muevo. Nos movemos. De nervios, tiemblo. Hablo en vano. No me preocupa demasiado. A veces impones, lo reconozco, pero tu gozo en un pozo, cada vez menos.

Vienes, te vas.
Me pones, me provocas, me gusta tu manera de jugar. Aprendes a llevar. Tus besos, tus caricias, tus abrazos, dormida, despierta me doy la vuelta y estás. Sonríes y me pierdes sin más.

Vienes, te vas.
¿Qué tienes? ¿Qué me das? Yo contigo, me quedo. ¿Y tú, te quedas?