Entro en silencio en tu dormitorio para no despertarte. Veo tu ropa de cualquier manera encima del televisor, seguramente como cuando eras pequeña. Sólo que ahora se mezcla con tu cámara de fotos, tu guitarra y un montón de cd's ordenados minuciosamente. Un cuaderno de notas mantiene un equilibrio precario en medio del desorden. Hay una foto que ya no tiene el color del primer día, pero sé que no se puede mover de donde está. Ni guardarla, ni regalarla.. porqué es especial. Me apoyo un momento en la pared, entre imágenes, espejos y mil recuerdos. Cierro los ojos. Te miro frágil, tierna, romántica, que a veces se come el mundo y otras corre a refugiarse entre algunos brazos. Y pienso, simplemente, que quiero que vuelvas.
Aunque me cueste reconocerlo, aunque no lo sepas ni tu misma o no lo tengas del todo claro, falta poco para empezar o continuar tu viaje por la vida. Esta vida que a veces no sabe entenderme, quizá no sé expresarme. Alomejor no es el momento. Delante de esta realidad que me golpea tanto como me alegra i me asusta, me pregunto: ¿qué más puedo hacer para que tu camino sea más fácil? ¿De qué manera puedo ayudarte para que seas feliz?
Entonces he pensado que, sin que te des cuenta, prepararé tu equipaje. No será como el que facturarías para subir a un avión o a un tren. Este equipaje irá contigo. No pasará inspecciones, sólo la tuya. Y no tendría que pesar nada. Este equipaje es el que te he ido preparando desde el día en que te conocí, hecho de aciertos y equivocaciones, ensayos y errores. Tengo tantas cosas que darte.. Lo he tendido todo y me pregunto que tengo que escoger primero.
Antes de todo, pondré amor. Muchísimo. Que sirva de base para que cada cosa que pongas después se mantega en las mejores condiciones. Amor sin medida, sin aclapararte. Amor incondicional, porqué no depende de lo que hagas: restará allí para siempre. Este amor, que es la base, justifica todo lo que encontrarás luego. Amor a veces generoso, otras sobreprotector y absorvente. Pero siempre inmenso, agradecido. Porqué conocerte me hizo descubrir la mágia. En este amor le han mancado muchas cosas, igual no te he entendido como te habría gustado, tal vez no he sido el mejor ejemplo de constancia, quizá no he cocinado tu plato preferido y alomejor te hize adaptar demasiadas veces a mis horarios. Aún habiendo cometido errores espero que te haya transmitido la certeza que siempre estaré cerca. Que podría dejar algunas cosas para estar a tu lado cuando me necesites. Por eso solo te pido que, en cualquier circunstáncia, no dudes en explicarme aquello que te preocupa, lo que te pasa. Da igual la distáncia que nos separe, el simple hecho que compartas tus inquietudes conmigo, incluso la más pequeña, hará que el lazo se mantenga intacto. En tu equipaje también habrá un amor exigente, tal vez más callado. Un amor que te empuja en cada aventura porqué cree en ti. Un amor que acepta, sin presionarte, que seas dueña de tu destino. También un poco de amor de aquellos que no están i que te querían más que a nada. Estoy segura que por el mero hecho de verte preparada para este mundo de infinitas posibilidades estarían orgullosos de tí.
Durante el viaje, lleva la miente abierta, el espíritu de conocer cosas nuevas. Los ojos abiertos, a punto de abrirse aún más, encantados de encontrarse con la belleza y la novedad. Vibra con la emoción de observar el telón que se elevará delante tuya. Estás a punto de convertirte en protagonista de una obra apasionante y el mundo entero será tu escenario. No te pierdas ninguna función. Paisajes conocidos, vistos desde muchos otros ángulos, territorios inexplorados, costumbres distintas, arte, gente en las calles, sitios escondidos que descubrirás después de andar mucho rato, la música de una banda en una plaza, la mañana de un domingo. Y cuando mires al público, yo estaré allí sentada en la primera fila, para aplaudirte.
Te puesto un sobre con un poco de audacia. La necesitarás cuando tu corazón te incline hacia alguna cosa que tu razón no apruebe. Un poco de prudencia que te haga pensar las cosas dos veces. En estos momentos , si no quieres escucharla porqué el deseo de probarte es muy fuerte, asume el riesgo y usa esta cuota de audacia. Si todo termina bien, disfruta del triunfo. Si no termina como esperabas te quedará el orgullo de haberlo intentado. Una experiéncia más. Te he quitado de tu equipaje un poco de ñoña. Te dirá que no vale la pena lo que requiere esfuerzo, querrá desanimarte cuando haga mucho frío o calor. Para impedir tu marcha, se disfrazará de tristeza, de timideza o de cansancio. Se esconderá detrás del lógico miedo que te provocaran las cosas desconocidas.
Sé que eres una mujer con ideas própias, inteligente y sensible, decidida y honrada delante de todo aquello que deseas en la vida, pero también añado unos consejos, que aúnque no los aceptes, estaran ahí por si alguna vez necesitas escucharlos. Tu intuición y tu carácter se han transformado en tus própias armas para luchar contra todo y todos. Me llena de orgullo saber que en mi vida, sea de la manera que sea, tengo a alguien así.
Añadiré también en tu equipaje un paquete especial con tus recuerdos. Sólo los felices. Revívelos cuando te sientas sola, cuando la tristeza nuble tu mirada. Tú los construíste, son tuyos y son muchos. Conservalos cerca de la memória. Te daran fuerza para seguir adelante. Y si alguna vez caes, te daré la mano para levantarte, para que nunca te canses. En los días tristes, de lágrimas.. que siempre están, se fuerte. Para estos momentos he puesto en tu maleta un montón de abrazos. Abrazos silenciosos , callados, que no piden explicaciones, que no molestaran con preguntas. Abrazos de consuelo. Abrazos para secar lágrimas. Abrazos para que nunca te sientas sola.
Cuando abras el equipaje verás unas bolsitas llenas de alegría y te he puesto muchas, muchísimas. Porqué te las mereces. Éstas se reproducen por arte de mágia. Cuánta más alegría contagies a tu entorno, más alegría encontrarás. Carpe diem. Vive el momento. En un compartimento de la maleta, hay una gran dosis de paciéncia. Es milagrosa. Respirar profundamente antes de aplicarla, también ayuda. Siempre viene mezclada con un poco de respeto. Para finalizar, y que no la pierdas nunca, lleva siempre la fe en tí misma. En los momentos de dudas y miedos resplandecerá la confianza en tu persona. Escucha tu própia voz. Te mereces sólo lo mejor.
Tu equipaje no tiene candados, ni códigos de seguridad. Tiene la infinita capacidad de poder ponerle siempre una cosa más. Lo dejaré abierto, para poder, si quieres, completarlo juntas.